Un hábito cotidiano del que muy pocos conocen su historia, y que tú no te puedes perder.
Nos remontamos a los años 50, época de posguerra, donde muchas personas se dedicaban a la ganadería para superar la época de crisis. Un trabajador del campo, dedicado al oficio de lechero en la frontera canadiense, transportaba en su vehículo litros de leche para su venta.
Conoció fortuitamente, a un científico alemán de descendencia judía huido de su país, Julius Sämann. Este era amante de los aromas y gracias a la cercanía que su residencia de acogida le otorgaba, se desplazaba a Canadá para estudiar los árboles y los perfumes que estos desprendían. El lechero, disgustado por el hedor que desprendía su vehículo cuando transportaba la leche y esta se derramaba, se lo comento Sämann y este quiso prestarle su ayuda y tras realizar varias pruebas, acabo ideando un ambientador que era capaz de camuflar el mal olor aportando un aroma fresco que recordaba a los pinos canadienses.
Era un trozo de cartón impregnado con aceite esencial de pino y recubierto con celofán, del que sobresalía un cordón para poder ser colgado. Tuvo tanto éxito que en 1954 Julius Sämann lo patento y creo la empresa Car-Freshner.
Este gran invento ha llegado hasta nuestros días evolucionando en su formato y distribuyéndose en diversos aromas.
En Bergamota tenemos gran variedad de aromas en los ambientadores de coche, porque sabemos que cada personalidad es única y requiere de ambientes únicos.
Podrás elegir entre la delicada fragancia de colonia infantil, la majestuosa Dama de noche, el frutal aroma de frutos rojos o la manzana, sentir la brisa del océano o dejarte envolver por el cítrico té verde lima.
Crea ambientes perfectos y personalizados en tu vehículo. Recuerda que lo más importante es tu confort.